Desde que apareciera el primer láser con uso terapéutico en 1963, los sistemas de luz han ido desarrollándose y evolucionando hasta ser ahora las fuentes de luz láser y luz pulsada intensa o IPL herramientas imprescindibles, tanto en la dermatología clínica como en la estética. En este post te cuento qué son los dispositivos láser y luz pulsada intensa, cómo funcionan, sus diferencias, cómo actúan en los tejidos, y sus indicaciones en dermatología.
¿Qué son?
El láser y la luz pulsada intensa son aparatos que emiten luz que vamos a depositar en la piel de una manera controlada, para lograr unos efectos clínicos deseados. Las características de las distintas fuentes de luz que usamos y sus aplicaciones van a depender de la longitud (o longitudes) de onda que emitan. La longitud de la onda es un parámetro muy importante que determina el comportamiento de las ondas. La mayoría de los láseres que usamos emiten ondas pertenecientes al espectro de luz visible o infrarroja.
Láser es el acrónimo de light amplification by estimulated emission of radiation o amplificación de luz por emisión estimulada de radiación e IPL de intensed pulse light o luz pulsada intensa.
¿Cómo consiguen el láser y la luz pulsada intensa la emisión de luz?
Cualquier láser contiene al menos tres elementos fundamentales: un medio activo, un sistema de bombeo y una cavidad resonante. El medio activo es el material que emite la luz. El medio activo se coloca entre dos espejos que forman una cavidad resonante, esto es, la luz rebota entre los dos espejos y se amplifica. Uno de los espejos es semi-reflectante por lo que parte de la luz amplificada sale de la cavidad resonante en forma de haz. El medio activo es lo que va a determinar la longitud de onda que emite el láser y le va a dar su nombre. Por ejemplo, en el láser de CO2, el medio activo es el gas CO2.
Los aparatos de IPL funcionan de forma diferente, produciendo pulsos de luz gracias al paso de una corriente eléctrica a través de una cámara de gas xenón. La energía se libera sobre la superficie de la piel a través de un bloque de zafiro o cuarzo.
¿En qué se diferencian el láser y la luz pulsada intensa?
La luz láser se caracteriza por ser: monocromática (todas las ondas tienen la misma longitud de onda, en función del medio activo), unidireccional o colimada (no se dispersa, por lo que permite concentrar una alta cantidad de energía en un punto concreto) y coherente (los distintos emisores de la fuente de luz emiten en perfecta sincronización).
¿Y esto en qué se traduce? En que son dispositivos más potentes pero con una utilidad más limitada.
La luz pulsada intensa por el contrario es: policromática (no emite luz de una sola longitud de onda, sino en un rango de longitudes de onda), no colimada (las ondas divergen, como en abanico) y no coherente (las ondas no están sincronizadas) .
¿Esto en qué se traduce? En que son más versátiles, tienen más aplicaciones aunque suelen ser más débiles.
¿Y qué hace la luz en los tejidos?
Ahora viene lo más interesante. ¿Cómo logra la luz actuar sobre los tejidos? Gracias al principio de fototermolisis selectiva, es decir, la energía suministrada a un tejido va a tener una acción de forma selectiva sobre una molécula, que llamamos cromóforo, que la absorbe. Para que la luz provoque un efecto biológico en los tejidos es necesario:
- Que la luz tenga una longitud de onda que le “apetezca” al cromóforo. Cada cromóforo absorbe una determinada o determinadas longitudes de onda, así que tendremos que buscar un láser que emita una longitud de onda del espectro de absorción de aquel cromóforo que queramos destruir. ¿Y qué cromóforos hay en la piel que queremos destruir? El agua, la melanina, hemoglobina y los pigmentos de tatuaje.
- Que la luz penetre hasta donde está la diana, que es el tejido donde va a estar el cromóforo (por ejemplo, que llegue a un vaso sanguíneo que queremos eliminar, donde está la hemoglobina que la absorberá).
- Que la energía y el tiempo que depositamos esa energía sea suficiente para conseguir el beneficio terapéutico que queremos (en el ejemplo del vaso sanguíneo, lo que queremos es destruirlo), pero sin pasarnos para no dañar estructuras vecinas que no nos interese alterar.
Cuando ocurre todo esto, el cromóforo absorbe la luz, se calienta, y destruye específicamente el tejido en el que está. Si pensamos en otro ejemplo, como es la depilación, la melanina (cromóforo) del folículo piloso (diana) absorbe la luz, se calienta, y se destruye el pelo.
¿Qué aplicaciones tiene el láser y la luz pulsada intensa en dermatología?
Relájate que ahora viene la parte más práctica.
1. Lesiones vasculares
Podemos tratar rosácea, malformaciones capilares y hemangiomas, lagos venosos, telangiectasias, arañas vasculares, muchas lesiones cutáneas donde la hemoglobina es el cromóforo que absorberá la luz y nos ayudará a eliminar el vaso sanguíneo que no nos interesa tener.
2. Lesiones pigmentadas benignas
Como léntigos solares, pecas, manchas café con leche, algunos tipos de lunares, donde el cromóforo será la melanina.
3. Fotorrejuvenecimiento y cicatrices
Donde el cromóforo es el agua, y buscamos estimular la formación de colágeno. Los láseres más efectivos son los ablativos, es decir, aquellos que para ejercer su efecto dañan la epidermis y, por tanto, forman “costra”. También se usan láseres no ablativos que, aunque son menos efectivos, son más seguros.
4. Depilación
Como te he contado antes, donde el cromóforo es la melanina del folículo piloso.
5. Tatuajes
Donde el cromóforo serán los pigmentos del tatuaje. Utilizaremos láseres cuyas longitudes de onda se encuentren en el espectro de absorción del pigmento a eliminar (cada pigmento precisa de una longitud de onda, por eso la eliminación de los tatuajes de color es todo un reto).
6. Cirugía dermatológica
Donde el cromóforo es el agua. Sobre todo se emplean los láseres ablativos como el CO2, para el tratamiento de múltiples lesiones benignas como las queratosis seborreicas o los nevus intradérmicos, con lo que conseguimos resultados muy buenos.
¿Qué contraindicaciones existen a la hora de realiza un láser o luz pulsada intensa?
- Embarazo. Como siempre en embarazo: no hay estudios que demuestren la seguridad, por lo que se recomienda evitarlos. Sin embargo, tampoco hay evidencia o razón técnica de que este tratamiento tenga algún efecto sobre el desarrollo fetal o durante el embarazo. Algo lógico pues la luz no va a llegar jamás a atravesar la piel y llegar hasta el feto. Durante la lactancia se consideran tratamientos seguro.
- Infección activa en la zona donde se va a realizar el tratamiento.
- Fármacos fotosensibilizantes. Tenemos que tener conocimiento de la medicación que toma el paciente. Algunos fármacos son fotosensibilizantes, esto es, pueden dar reacciones en la piel del paciente que los toma cuando se exponen a radiación UV o luz visible. La mayoría de los fármacos con capacidad de producir reacciones de fotosensibilidad lo hacen en el rango UVA (los láseres y la IPL que usamos en dermatología ya te dije que eran luz visible o infrarroja). Con la algunos fármacos muy conocidos y usados en dermatología, como la isotretinoína de la que hablaré proximamente, cada vez hay más evidencia de que combinarla con tratamientos láser o luz pulsada intensa es seguro, excepto con los láseres ablativos usados en grandes zonas. Con la doxiciclina, un antibiótico que también prescribimos mucho los dermatólogos, no debe haber tampoco problema porque si da reacciones de fotosensibilidad lo hace en el rango de los UVB.
¿Qué complicaciones puede tener un tratamiento con láser o luz pulsada intensa?
Son tratamientos seguros y con una baja tasa de complicaciones, entre las que se encuentran:
- Eritema (rojez) y edema (inflamación), que durarán más o menos según la fuente de luz.
- Ampollas, costras y quemaduras.
- Cicatrices, sobre todo con los láseres ablativos.
- Infecciones bacterianas, víricas y fúngicas.
Para prevenir complicaciones es conveniente una correcta fotoprotección antes y después del procedimiento, aunque la intensidad y duración es variable según el tipo de fuente. Además, los sistemas de enfriamiento que usamos durante el tratamiento ayudan a reducir el dolor, la inflamación, el riesgo de quemaduras y de cicatrices.
La cantidad de láseres de los que disponemos es inmensa, y no existe “el laser”, como dicen los pacientes, sino que cada uno tiene su utilidad y sus indicaciones.
Espero que te haya gustado y, si te has quedado con ganas de más, pronto desarrollaré algunos aspectos concretos que suelen ser de mucho interés entre los pacientes.
¡Feliz semana familia!
4 Comentarios
Hola! es la luz pulsa intensa un rayo infrarojo?
Hola, no, es luz visible.
Muchas gracias por la información. Gran aporte de esta web. Reciba un cordial saludo!
Gracias Iria.