Seguro que alguna vez has oído hablar de los aceites esenciales. Están cada vez más de moda, y prueba de ello es que una búsqueda en Google del término “aceites esenciales” arroja 43.500.000 de resultados. El problema es que se habla mucho de sus beneficios, y se venden casi como la panacea, pero pocos saben los peligros que conlleva su uso. Con motivo de que ayer 11 de Julio fue el día internacional de los aceites esenciales, hoy te cuento todo sobre los aceites esenciales.
¿Qué es un aceite esencial?
Un aceite esencial es un producto oloroso que se obtiene de una materia prima vegetal mediante un proceso de destilación o prensado. Se estima que se podrían obtener aceites esenciales de cerca de 30000 especies de plantas, aunque comercializados hay aproximadamente 150.
Cada aceite esencial está compuesto de cientos de sustancias químicas distintas (aunque dos o tres componentes suelen suponer los componentes mayoritarios), y esta composición puede variar para un aceite esencial entre productores, entre países, o incluso de un año a otro para el mismo productor y cultivo.
La calidad y la composición final de un aceite esencial va a depender de muchos aspectos, relacionados con la planta en sí, con el medio ambiente en el que se cultiva, con el cultivo y el postcultivo, con la producción, entre otros parámetros.
Todo esto hace muy difícil conocer la composición qúimica exacta del aceite esencial y su naturaleza, aunque existen diferentes métodos estandarizados para hacerlo.
Los aceites esenciales van a reaccionar con biomoléculas de nuestro organismo para producir respuestas biológicas, algunas deseables como un olor agradable, pero muchas otras perjucidiales para la salud, como ahora veremos.
¿Cómo podemos diferenciar los que son auténticos/ecológicos de los que no?
Teóricamente los aceites esenciales son puros y naturales, por lo que no tienen sentido los reclamos “puro”, “natural”, “100% natural” o “ecológico”. Sin embargo, los aceites comercializados pueden ser de menor calidad, porque estén adulterados, por contaminación, porque la producción no sea adecuada o por oxidación.
El origen de la planta tiene que estar definido con precisión con su denominación internacional, expresada en latín, que incluye el nombre del género, seguido por la especie y la inicial o abreviatura del botánico que describió la planta en primer lugar. Además, conviene elegir aceites esenciales quimiotipados, es decir, que indiquen el quimiotipo de la planta (la misma planta puede tener quimiotipos con actividad y/o toxicidad diferente).
Además, para asegurar que compramos aceites esenciales de calidad, recomiendo confiar en laboratorios reconocidos y fiables en este campo.
No obstante, tal y como veremos, que un aceite esencial sea puro y natural no significa que esté exento de riesgos para la salud.
¿Qué aplicaciones tienen?
Los aceites esenciales tienen múltiples aplicaciones:
- En la industria alimentaria como saborizantes y conservantes.
- En la fabricación de perfumes.
- Para la elaboración de cosméticos para proporcionar fragancias (las fragancias contienen entre un 5 y un 10% de aceites esenciales)
- En productos domésticos, como detergentes, suavizantes, velas, incienso, ambientadores…
- En la industria del tabaco.
- Para uso medicinal: la fitoterapia y la aromaterapia son medicinas alternativas en las que se emplean plantas medicinales y aceites esenciales, respectivamente, con fines terapéuticos.
- En la industria farmaceútica, para enmascarar olores de algunos ingredientes.
- En las comidas de animales.
¿Qué beneficios tienen para la salud?
Se han descrito multitud de efectos beneficios de los aceites esenciales para nuestra salud:
- Algunos aceites esenciales pueden tener actividad contra bacterias, virus y hongos.
- Algunos han demostrado aliviar el estrés y por ello se han usado en algunos trastornos del sueño, en Alzheimer, en enfermedades cardiovasculares, en cáncer y en dolor del parto. Sin embargo, otros como el de limón han demostrado empeorar los síntomas de ansiedad.
- También tienen propiedades repelentes de insectos, pero ello requiere frecuentes aplicaciones con el riesgo de irritación cutánea y otras toxicidades, que más adelante te cuento, por lo que se necesita más investigación.
- Algunos actividad antiinflamatoria y antioxidante, como el aceite de camomila o lavanda, entre otros.
¿Todo sobre los aceites esenciales son beneficios? ¿Qué efectos perjudiciales pueden tener?
Lo primero es insistir en que el hecho de que los aceites esenciales sean naturales no significa que sean completamente seguros. Mucha gente cree que todo sobre los aceites esenciales son ventajas, hasta el punto de que rechazan los tratamientos médicos o farmacológicos por creer que van a ser más peligrosos para la salud que los aceites esenciales, cuando no tiene por qué ser así.
Los aceites esenciales pueden tener muchos efectos perjudiciales para nuestro organismo, la mayoría de ellos leves, pero algunos pueden llegar a ser muy graves:
- Se están produciendo cada vez más intoxicaciones por ingerir (accidentalmente o no) estos productos, dando lugar a mareos, alteraciones de la coagulación, bajadas de azúcar, nauseas, vómitos. Incluso dependiendo de la dosis podría provocar un coma o la muerte. Esto se ha visto, por ejemplo, por ingestión de aceite esencial de clavo o de eucalipto.
- Algunos aceites esenciales pueden actuar como disruptores endocrinos, lo que significa que interfieren con la producción natural de las hormonas. Algunos han demostrado tener efecto antiandrógeno y estrogénico, lo que puede llevar a la aparición de ginecomastia antes de la pubertad (aumento del tamaño de las mamas). Esto se ha descrito con la aplicación en la piel prolongada de aceite de lavanda o el aceite del árbol del té.
- Los aceites esenciales usados en desodorantes en spray pueden propiciar la aparición de crisis asmáticas.
- Pueden tener toxicidad hepática.
- Otros son incluso abortivos, como el aceite de nuez moscada o el aceite de alcanfor.
¿A nivel de la piel, qué problemas pueden dar?
A nivel cutáneo-mucoso, pueden dar:
Irritación
Rojez, quemazón, en los ojos u en otras mucosas o en la piel, cuando se inhalan o se aplican directamente.
Fototoxia
Algunos aceites esenciales, como los del limón, la bergamota y la naranja amarga van a provocar, aplicados sobre la piel y tras la exposición solar, un cuadro similar a una quemadura solar, que se conoce como fototoxia.
Dermatitis de contacto alérgica
La aplicación del aceite esencial en la piel conlleva en muchos casos el desarrollo de una alergia y entonces, cuando el paciente lo reaplica aparece un eccema, es decir, la piel se pone roja, inflamada, y pica mucho.
Se ha descrito alergia para unos 80 aceites esenciales. El problema es que en la mayoría de los casos, cuando en las pruebas de alergia aparece un aceite esencial positivo, no se encuentra la fuente de contacto. Además, es difícil establecer cuál de los cientos de ingredientes del aceite esencial es el causante de la alergia y, muchas veces ese aceite o ese ingrediente puede estar escondido en productos que no especifican la composición, por lo que la evitación puede no ser sencilla.
En el desarrollo de esta alergia influye tanto la dosis de alérgeno por área de aplicación, como la dosis acumulativa, y no sabemos cual es el umbral de seguridad, de manera que al usarlos vamos a estar en riesgo de acabar haciéndonos alérgicos. Uno de los más alergénicos es el famoso aceite del árbol del té.
¿Deben ser prescritos por un dermatólogo?
Lo cierto es que, a pesar de que el uso de aceites esenciales con fines terapéuticos es un campo súper interesante y en expansión, a día de hoy no existe evidencia como para que a los médicos se nos forme en las facultades sobre ello y, por tanto, como médico y como dermatóloga aún no los prescribo en mi práctica habitual.
Usados en productos cosméticos, es cada fabricante el que debe determinar la calidad y la seguridad de estos productos, por lo que recomiendo elegir laboratorios conocidos que puedan responder si aparece algún acontecimiento adverso.
Mis recomendaciones sobre el uso de estos productos para minimizar el riesgo de aparición de toxicidad son:
- No aplicarlos sin diluir sobre la piel o las mucosas.
- Evitar su aplicación en zonas de piel dañada o en mucosas.
- Evitar la exposición solar tras su aplicación.
- No utilizarlos si hay antecedentes de intolerancia a perfumes o si se tiene alergia a cualquiera de los componentes de un aceite esencial.
- Evitarlos en niños, embarazadas y ancianos. Estas personas tienen la piel más sensible y, sobre todo, el manejo de las complicaciones (si aparecen) puede ser más difícil.
- No dejarlos al alcance de los niños para evitar ingesta accidental.
- Conservarlos alejados de la luz y en lugares secos.
- Confiar en laboratorios reconocidos en este campo.
Mi conclusión, tras preparar esta entrada y revisar todo sobre los aceites esenciales es que, aunque globalmente los aceites esenciales pueden tener beneficios para la salud, no están exentos de efectos adversos, por lo que se necesita más investigación para poder optimizar su uso.
¡Feliz semana familia!
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