¡Hola familia! Ya estoy de vuelta tras el verano con información interesante para ti. Hoy en concreto te voy a contar la primera parte de todo sobre las manchas en la cara, que tanto nos preocupan a (casi) todas, sobre todo ahora en esta época que tras tantas horas de exposición solar se nos han puesto un poco rebeldes, ¿es así, verdad? Allá vamos.
Lo más importante: el diagnóstico
Cuando hablo de manchas en la cara, el abanico de lesiones es amplísimo: léntigos solares, léntigos simples, efélides, melasma, nevus melanocíticos, queratosis seborreicas, queratosis actínicas, hiperpigmentaciones postinflamatorias, e incluso tumores malignos como el melanoma o los carcinomas.
Como ves, estamos hablando de salud, y aquí quiero hacer un inciso. La persona especialista en la piel, tanto sana como enferma, es el dermatólogo. Igual que vas al cardiólogo si tienes problemas de corazón, debes acudir al dermatólogo para un correcto diagnóstico y abordaje de los problemas de piel. Parece obvio pero es que, cada vez más, existen otras personas, a veces que ni siquiera son médicos, que dicen diagnositicar y tratar las lesiones o problemas de piel. No te la juegues.
Dicho esto, aquí voy a hablarte de los que son probablemente los dos tipos más frecuentes de manchas faciales por las que consultáis, sobre todo a nivel privado las mujeres de mediana edad: los léntigos solares y el melasma facial.
¿Cómo saber qué tipo de manchas en la cara tienes?
Te voy a ayudar a diferenciar las dos más frecuentes. El diagnóstico de este tipo de manchas es clínico, es decir, los dermatólogos con la exploración sabemos identificarlas. No obstante, en consulta tenemos diferentes herramientas que usamos ante la duda, y nos ayudan al diagnóstico. Disponemos de la dermatoscopia, la luz de Wood y, en caso necesario, incluso la biopsia cutánea.
Léntigos solares
Los léntigos solares, también llamados léntigos seniles, son tumores benignos de la piel que se ven como manchas marrones, a veces más claras, a veces más oscuras (aunque generalmente con color homogéneo), redonditas, a veces con bordes algo más irregulares, pero bien delimitadas, planas. Generalmente son múltiples y aparecen en zonas expuestas de forma crónica al sol, como son el dorso de manos y antebrazos, la cara, escote, parte alta de la espalda y en las piernas. Una vez que aparecen se quedan con nosotras.
Suelen asociar otros signos de fotodaño, como son las queratosis actínicas (ya hablaremos de ellas) y la elastosis solar (piel gruesa, amarillenta, arrugada).
Melasma facial
El melasma facial, cloasma del embarazo o paño del embarazo aparece como unas manchas en la cara marrones o grisáceas, difusas, de bordes irregulares, simétricamente distribuidas. Hay tres patrones clásicos:
- El melasma centro facial, el más frecuente: las manchas aparecen en la frente, mejillas, nariz, labio superior (respetando generalmente la zona central del labio, que se conoce como filtrum) y barbilla.
- El melasma malar, que afecta a las mejillas y nariz.
- El melasma mandibular, a lo largo del área de la mandibula.
El melasma extrafacial es menos frecuente, y suele afectar al dorso de los antebrazos en mujeres cerca de la menopausia.
¿Por qué aparecen las manchas en la cara?
Léntigos solares
Como consecuencia de la exposición de la piel de forma crónica a fuentes de radiación ultravioleta, bien sea la natural del sol, bien sea artificial, y mucho más frecuente en personas de piel clara, la capa más externa de la piel, la epidermis, se vuelve más gruesa, y las células de la capa basal se llenan de melanina, formando el léntigo solar.
Son súper frecuentes, se dice que el 90% de las personas mayores de 60 años tienen léntigos solares, por lo que lo más probable es que antes o después te salgan.
Melasma facial
El melasma facial es un cuadro típico de mujeres en edad reproductiva; suele aparecer alrededor de los 30 años. Puede verse en hombres, pero es más raro. Existen distintos factores que influyen en su aparición:
- Factores genéticos: parece que las pieles más claras, por la susceptibilidad al daño solar, así como aquellas personas con antecedentes familiares de melasma, lo desarrollan a edades más jóvenes, si bien el melasma es más frecuente en pacientes de fototipos III-IV, con piel morenita.
- Radiación solar: el melasma aparece en zonas expuestas al sol, se agrava durante el verano, mejora en invierno…está claro que la radiación solar juega un papel fundamental. Y no solo la radiación ultravioleta, sino que la luz visible del espectro electromagnético, sobre todo la luz azul, también puede empeorarlo. Incluso parece ser que la luz azul procedente de dispositivos como las pantallas o las luces LED también podría influir, aunque esto está aún en estudio.
- Hormonas: está claro que las hormonas están implicadas en su desarrollo:
- En muchas mujeres aparece durante o después del embarazo, porque es un periodo en el que aumentan los estrógenos. Parece ser que cuanto más tarde la mujer se queda embarazada por primera vez, y cuantos más embarazos tenga, más riesgo tiene de desarrollarlo.
- Los anticonceptivos orales o la terapia hormonal sustitutiva, por su componente estrogénico, también pueden desencadenarlo o agravarlo.
- Fármacos: otros fármacos, como aquellos que son fotosensibilizantes, también pueden inducirlo.
Lo que ocurre es que, en personas expuestas genéticamente, y ante alguno de estos factores desencadenantes, los melanocitos se activan y producen melanina como locos. Y no solo eso, es una patología bastante compleja en la que además también hay signos de fotodaño crónico, como son la elastosis solar que hablábamos antes, una alteración en la membrana basal de la epidermis, aumento de unas células llamadas mastocitos y aumento de los vasos sanguíneos. Lo dicho, que es muy complejo.
¿Qué implicación tienen? ¿Son sólo un problema estético?
Léntigos solares
Como te he dicho, son consecuencia del daño solar acumulado a lo largo de la vida. En sí, los léntigos solares son lesiones benignas, pero la aparición de léntigos nos revela que esa piel esta algo “cascada”, hasta el punto de que la presencia de léntigos ha demostrado ser un factor de riesgo independiente de desarrollar un melanoma.
Melasma facial
El melasma puede afectar mucho a la calidad de vida de quien lo padece. Las personas que lo sufren tienen con frecuencia sentimientos de descontento con las manchas, de vergüenza, de frustración. En algunas interfiere en sus relaciones interpersonales e incluso se ha asociado a depresión. Casi ná.
Además, varios estudios han encontrado relación entre el melasma y alteraciones en la función del tiroides.
¿Se pueden eliminar? ¿Qué tratamiento tienen?
Como se me ha hecho demasiado largo el post y no quiero que te desesperes, dejo para la segunda entrega la parte del manejo y el tratamiento, que será probablemente aún más interesante. Sí que te dejo aquí para que vayas leyendo si no lo hiciste todos mis trucos para prevenir las manchas en la piel, que verás que es de lo más importante.
Espero que te haya servido y no te pierdas el próximo post.
¡Feliz semana familia!
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!