“Se me cae mucho el pelo”. Seguro que lo has sentido alguna vez. Es un motivo frecuente de consulta en dermatología y, aunque las causas de la caída del cabello son muchas y muy variadas, una de las más frecuentes es de la que vamos a hablar hoy: el efluvio telógeno.
El ciclo del pelo
Para entender por qué ocurre el efluvio telógeno tenemos que empezar por entender el ciclo del pelo, que consta de tres fases:
- Fase anágena, que es la fase de crecimiento del cabello y en la que están el 90 % de los cabellos del cuero cabelludo normalmente. Dura años (de que dure más o menos años dependerá la longitud máxima que podría tener nuestro pelo).
- Fase catágena o de transición: paso de la fase de crecimiento a la de caída.
- Fase telógena, la que le da nombre al efluvio, en la que el pelo se cae. Lo normal es que cada día de 50 a 200 pelos pasen a esta fase, en la que el pelo está tres meses antes de desprenderse. Este es el número de pelos que normalmente se nos caen a todos del cuero cabelludo cada día.
¿Qué es el efluvio telógeno?
El efluvio telógeno es una pérdida acelerada de pelo telógeno normal como respuesta a cambios del estado de salud patológicos o fisiológicos. Es decir, ciertos factores que ahora veremos provocan que, en vez de pasar de 50 a 200 pelos cada día a fase de caída, pasen muchos más de forma simultánea, y como consecuencia de ello, notamos un aumento brusco de caída del pelo (ese “se me cae mucho el pelo” de forma exagerada).
¿Qué notan las pacientes?
Las pacientes nos cuentan (y yo misma te lo digo, que estoy pasando ahora por un efluvio) efectivamente que “se me cae mucho el pelo” y que sobre todo les ocurre cuando se peinan, se cepillan y cuando se lavan la cabeza, “a mechones”, y se acumulan en la ducha, se ven en la almohada, por los suelos…Se asustan mucho y creen que se van a quedar calvas.
¿Por qué ocurre?
Ya entendemos la fisiopatología del cuadro pero, ¿qué factores pueden hacer que pasen de repente más pelos de lo normal a fase de caída?
- Fármacos. Aquí el grupo es amplísimo, algunos son: anticonvulsivantes, litio, anticoagulantes y, de los que los dermas solemos prescribir, los retinoides (isotretinoína y acitretina). También puede ocurrir unos meses después de dejar los anticonceptivos, el minoxidil o la finasterida, fármacos que también solemos prescribir l@s dermatólog@s.
- Enfermedades graves, como puede ser un lupus eritematoso.
- Estrés psicológico intenso y prolongado. Yo creo que esto lo hemos notado casi todas alguna vez.
- El parto. Es típico el efluvio dos o tres meses después de dar a luz (la teta puede retrasar el efluvio a unos meses después del destete), y dura un par de meses.
- Una fiebre alta o una infección grave: han venido muchos pacientes diciendo “se me cae mucho el pelo” tras haber pasado la COVID, ¡incluso de forma asintomática!
- Una cirugía importante.
- Pérdidas de peso o dietas estrictas.
- Alteraciones del tiroides.
- Anemia o falta de hierro.
Hay que tener en cuenta que estos factores harán que un número mayor de pelos de lo normal pasen a fase telógena, que te he dicho que dura tres meses, o sea, que la caída brusca suele ocurrir dos o tres meses después del factor desencadenante.
¿Cómo lo diagnosticamos l@s dermatólog@s?
La historia clínica es fundamental. La paciente con efluvio telógeno viene súper preocupada y nos cuenta un cuadro similar al que yo te he contado. Esa frase de “se me cae mucho el pelo” es común a todas, y nos hace pensar en el efluvio como causa más frecuente.
En la exploración física, veremos una alopecia difusa y el signo del arrancamiento será positivo (al tirar de un pequeño grupo de 50-60 pelos arrancamos cinco o más en fase telógena).
Como pruebas complementarias habitualmente usamos:
- La tricoscopia. Con el dermatoscopio vamos a poder descartar mejor otras alopecias que pueden parecerse al efluvio telógeno.
- Una analítica de sangre, normalmente para descartar anemia y alteraciones tiroideas.
- Otras pruebas en función de causa que sospechemos.
¿Qué pronóstico tiene?
En la mayor parte de los casos, cuando se corrige la causa que lo ha desencadenado, se resuelve solo y sin secuelas, aunque suele tarde varios meses. Sin embargo, es cierto que en otros casos se puede cronificar, es lo que llamamos efluvio telógeno crónico, que ocurre sobre todo en mujeres de entre 30 y 60 años.
¿Qué tratamiento tiene?
Lo primero es un adecuado diagnóstico. Si crees que puedes estar sufriendo este cuadro lo mejor es pedir cita con tu dermatólog@, sobre todo si pasan las semanas y persiste, porque se puede confundir con otro tipo de caída más importante e incluso irreversible. Y además de confundirse, a veces coexiste con otro tipo de caídas, como la alopecia androgénica, que sí que precisará un tratamiento específico.
Tu dermatólogo confirmará el diagnóstico y te explicará todo lo que aquí te he contado y te tranquilizará.
Puede que te diga que no precisas ningún tratamiento, o puede que para ayudar un poco te recomiende algún complejo vitamínico.
En casos de efluvios telógenos crónicos los dermatólogos ya pautamos tratamientos médicos para frenar esa caída, en función de cada caso.
¿Qué consejos te doy?
Como sabes por este artículo que publiqué hace algún tiempo, lo que le hagamos al tallo del pelo no va a influir en su ciclo. Muchas pacientes, como notan que sobre todo se le cae más cuando se peinan o lavan el pelo (simplemente porque estas maniobras ayudan a que el pelo ya desprendido se caiga), lo que hacen es justo lo contrario: no se cepillan y disminuyen la frecuencia de lavado. Consecuencia de ello, el pelo se acumula más y el día de lavado se arrastran y desprenden cientos de pelos acumulados y la sensación de agobio porque “se me cae mucho el pelo” es mucho mayor. Así que incluso te aconsejo que en estas circunstancias te laves el pelo a diario.
Si se prolonga más de tres meses, o si se acompaña de algún otro síntoma, como cansancio, fiebre, consulta con tu dermatólog@.
Hasta aquí todo lo que te tenía que contar hoy. Espero que te haya gustado y te sirva.
¡Feliz semana familia!
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